Datos de quien escribe

Mi foto
Naguabo, Puerto Rico
Mi vida tiene un peso que solo yo puedo cargar...

domingo, 11 de noviembre de 2007

Carta a Dios...

Mi amado Señor:

Sabes perfectamente lo que siento. He corrido, me he esforzado, lo he intentado. Pero reconozco que he fracasado, que he perdido. Por mis propias fuerzas busco una salida, una solución mas es un imposible. Me siento sólo, perdido y triste. Entiendo perfectamente que he sido el culpable de mis propias lágrimas, he sido yo el responsable de muchos dolores y sufrimientos. Admito mi debilidad, mis frustraciones y mis malas decisiones.

No te niego que he pensado muchas cosas, desde desaparecerme hasta querer no saber más de ti. Tanto así que he querido huir de mi mismo. Mi Señor, Tú sabes cuántas lágrimas, cuántas penas y cuántos suspiros mi alma vive. Es por eso que te escribo esta carta con desesperación porque deseo y necesito tu compañía. Sin ti no puedo, sin ti yo muero. Ayúdame a vivir de tal manera que cada día sea un manantial de adoración para ti. Te pido que por favor llegues pronto antes de que sea tarde...

Te extraña y te necesita,
Yo

2 comentarios:

Rocío dijo...

Au...
Oye que yo soy llorona, ya sabes.

Una carta muy emotiva, sincera, abierta... y a también de mucha humildad.

¿Qué somos sin Él?

Gracias...

Te quiero mucho, hermanote.

Xai dijo...

Hola Nes:

Quizas hayas leido esto un trillón de veces, pero vale la pena recordarlo una vez más:

Pregunté triste a Jesús:
"Señor, ¿Tú no has prometido
que en mis horas de aflicción
siempre andarías conmigo?
Pero noto con tristeza
que en medio de mis querellas,
cuando más siento el sufrir,
veo un sólo par de huellas.

¿Dónde están las otras dos
que indican Tu compañía
cuando la tormenta azota
sin piedad la vida mía?

Y Jesús me contestó
con ternura y compasión:

"Escucha bien, hijo mío,
comprendo tu confusión.
Siempre te amé y te amaré,
y en tus horas de dolor
siempre a tu lado estaré
para mostrarte Mi Amor.

Mas si ves sólo dos huellas
en la arena al caminar,
y no ves las otras dos
que se debieran notar,
es que en tu hora afligida,
cuando flaquean tus pasos,
no hay huellas de tus pisadas
porque te llevo en Mis brazos".