Una razón para esperar

Una razón para esperar
(Lucas 23:42,43)

Escrito: domingo, 15 de julio del 2007

Esperar es tener una actitud de no movimiento (no acción), porque hay una seguridad y una certeza de que se recibirá o acontecerá algo. Sin embargo, Quiero hacerle una pregunta: ¿qué sucede cuando lo que se espera no llega o peor aún, cuando el tiempo se agota y no se ven resultados? Piense un momento en eso...

Lucas 23:42,43

⁴²Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. ⁴³Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.

Los malhechores de quienes se habla en el capítulo 23 del Evangelio de Lucas estaban al lado de Jesús en igual condición, o sea crucificados. Pero me llama la atención que uno de esos malhechores en medio de su situación clamara a Jesús. Ese gemido en el tormento recibió una de las respuestas de seguridad eterna más formidables escritas en la Biblia: ...De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.

A través de las palabras que dijo el ladrón es posible tener un perfil de éste. Primero, él le dijo a Jesús: Acuérdate de mí... Esto significa que tuviera memoria de él, que no lo olvidara, pero hay otra implicación en esa expresión, y es la siguiente: había una razón para esperar, porque luego que pidió que se acordara de él, dijo: ...cuando vengas en tu reino. Esto me lleva a una conclusión: este ladrón sabía quien era Jesús y al mismo tiempo reconocía quién era Jesús. El saber algo implica que tengo información, pero el reconocer envuelve el otorgar una importancia a lo que ya se sabe.

Aquí hace entrada la primera enseñanza de este estudio:

· Podemos tener una razón para esperar porque tenemos la suficiente información, gracias a la Palabra, para darle peso y sostenimiento a nuestra esperanza.

Por eso en Juan 15:7 dice:

Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.

Aquel ex-ladrón tuvo una razón para esperar aunque sabía que estaba condenado a muerte porque en aquel último momento de su vida reconoció su maldad, se arrepintió y tenía fe en Cristo Jesús. Es muy posible que este hombre escuchara mucho sobre las enseñanzas de Jesús, quizás sus padres eran creyentes, o él se apartó del camino; pero lo importante es que el conocimiento lo llevó a reconocer su situación y así la salvación lo alcanzó. Es importante que no nos cansemos de predicar la Palabra de Dios porque puede ayudar a salvar una vida en condenación.

Este ladrón pudo haber sido:

· Tu hijo o hija

· Tu hermano o hermana

· Tu padre o madre

· Tu mejor amigo o amiga

· Ese ladrón pudo haber sido tú

Le pregunto: ¿Cuándo fue la última vez que le dio razones a una persona por medio de la Palabra de Dios para tener esperanzas? Medite por un momento en la pregunta...

“Podemos tener una razón para esperar porque Dios Padre nos demostró por su hijo Jesucristo que nos ama y que desea lo mejor para nosotros”.